sábado, 14 de noviembre de 2009

John Blanche (1ª parte)



En anteriores entradas hemos nombrado al artista John Blanche por su trabajo en varios productos primigenios de GW, entre ellos un par de portadas de la revista White Dwarf o la del D&D británico. Hoy, inaugurando una nueva serie de artículos dedicados a importantes miembros “fundadores” de la empresa, lo conoceremos algo mejor:

John nace en un Otoño particularmente frío a principios de los años 50, en Inglaterra.
Sus primeros años no podían haber sido menos propicios a la hora de generar un artista. El mundo más allá de las ventanas de su casa era gris y desapacible, aburrido y aquejado de las restricciones de la posguerra. Las calles en las ciudades del Sur del país estaban plagadas de solares donde habían caído las bombas de la Luftwaffe, y una constante neblina de polución, generada por la quema de carbón, parecía envolverlo todo, dando un aspecto sucio y triste a los edificios y a la propia gente. Había nacido en el seno de una familia de clase media trabajadora, algo muy diferente de la clase pudiente donde habitualmente germinaba el sector artístico inglés, con sus jóvenes de Escuela de Arte y sus viajes por Europa recorriendo los mejores museos. Era un ambiente que parecía sacado de una novela de Charles Dickens, y sin embargo, este sería un tipo de entorno que marcaría toda su obra futura y el concepto que en su conciencia se formaría de la Fantasía reflejándose en su trabajo y en la labor conceptual que habría de llegar.
Mientras tanto en el hogar de John se sucedían las más alucinantes aventuras. Él era un niño imaginativo y despierto, al que una simple enciclopedia lo transportaba a la era prehistórica de los hombres de las cavernas y las películas de héroes como Errol Flyn le hacían soñar con grandes hazañas. Además comenzaba a hacer sus primeros pinitos en el mundo de la ilustración, donde con unos lápices de colores y unos rollos de viejo papel de pared, desechado de su propia casa, recreaba grandes batallas entre romanos, griegos y vikingos. Con ocho años sus padres le habían regalado unos caballeros cruzados de juguete de la marca Timpo, con los cuáles imaginaba las Cruzadas a Tierra Santa y sobre los que John había comenzado a demostrar un prematuro interés por el pintado de miniaturas, aunque fuera con un solo color, el plateado de Humbrol.
Más adelante este interés le llevaría a adquirir miniaturas de la marca Airfix, de las que acabó teniendo varios ejércitos, el más grande de ellos, con más de 1000 piezas, perteneciente a la Guerra Civil Americana. Sin embargo su primer acercamiento serio a los wargames fue con una horda de godos transformada a partir de figuras de britones antiguos y de caballería de los EEUU también de la marca Airfix.

Los años sesenta, no obstante, hicieron su aparición con una explosión de colores fluorescentes y un ambiente estudiantil más permisivo y abierto, posiblemente debido a la aparición del movimiento hippy. Durante su periodo en la escuela de educación secundaria descubriría el arte y sus distintos movimientos; y este hallazgo le llevaría a presentar su ingreso en una Escuela de Arte donde, tras mucho esfuerzo, logró una plaza (las notas que había que presentar eran muy altas o bien habías de ser el retoño de un viejo árbol genealógico con las raíces hundidas en un rancio abolengo).
No obstante allí sufriría algunos desencantos ya que la palabra en boga de la época era el Existencialismo. Él no sabía lo que era eso, y lo cierto es que los que tanto lo nombraban tampoco sabían explicarle de lo que hablaban. Los pseudo intelectuales se habían adueñado de las aulas.
John solo quería dibujar y que le enseñaran a hacerlo permitiéndole expresar las ideas que inundaban su cabeza con libertad, pero lo que en cambio recibió como enseñanza fue que los dinosaurios y los unicornios no tenían salida en un mercado orientado hacia el realismo y que nadie le ofrecería trabajo pintando esas cosas.
El consiguiente desencanto sufrido ante estas afirmaciones le llevaron a rebelarse contra el sistema imperante y durante un tiempo su mayor preocupación fue dejarse crecer el pelo tanto como fuera posible, vestir pantalones pirata y dibujar sólo lo que le viniera en gana.
Pero no todo sería malo en la escuela, las oportunidades para visitar museos y para exponerse a toda clase de movimientos y estilos artísticos, influirían en su obra futura, a través de grandes maestros tanto clásicos como contemporáneos.
Por nombrar a algunos, ya que para compilar una lista completa necesitaría un blog dedicado sólo a ello, y ordenándolos cronológicamente, podemos destacar a:
Los maestros del Renacimiento como el italiano Leonardo daVinci, el renacentista por excelencia, cuya obra “La Gioconda” impresionó al joven Blanche más que muchas otras de cualquier otro artista. Los alemanes Durero, con sus oscuros grabados y estilo visionario y Mathias Grünewald, más cercano a la escuela flamenca, del que sería recomendable nombrar su “San Antonio Golpeado por los Diablos”. Y de dicha escuela su máximo exponente Hyeronimus Bosch “El Bosco”, de pintura intranquilizante, a la deriva entre la realidad y la fantasía y al borde de la locura; el tríptico de “El Jardín de las Delicias” es de obligada revisión.
Algo posterior tenemos al holandés Rembrandt, el barroco maestro del claroscuro, imprescindible su “Ronda de Noche”.
Y pasando al movimiento romántico tenemos al alemán Caspar Friedrich con “Abadía en el Robledal” o “El Caminante Entre Nubes”, o al francés Theodore Géricault, autor de “La Balsa de la Medusa”.
Ya a mediados del XIX está el naturalista ruso Ivan Shishkin, con sus paisajes de gran realismo, y también comienza un interés por el arte histórico con representantes como Leon Gérôme, controvertido en su época por la gran sensualidad de su obra, o Lawrence Alma Tadema, con profusión de color y arquitectura casi cinematográfica. Muy importante es el británico Edward Burne Jones, heraldo del nuevo movimiento estético inglés y que estuvo muy relacionado con los Prerrafaelitas, su obra a caballo entre lo fantástico y lo legendario es increíblemente evocadora. Un ejemplo de ello sería “La Seducción de Merlin”.
Por supuesto los Prerrafaelitas, con su retorno a la naturalidad en la pintura y el abandono del tecnicismo reinante en su época, influyeron poderosamente en el arte de John.
Con el cambio de siglo llega una nueva clase de artista, y la denominación ilustrador. Ya no es sólo el mito o la leyenda, también entra en juego la fantasía, y le sacan provecho gente como Arthur Rackham o los Robinsons.
Y de sus contemporáneos nombraremos a Patrick Woodroffe con sus paisajes imposibles, al francés Roland Cat, o Jim Burns, que también colaboraría con Games Workshop más adelante.

En aquellos días descubrió el lápiz de dibujo técnico, que unido a sus acuarelas le permitía un acabado más detallista sin perder los volúmenes con los que solía jugar usando sus colores habituales.
En 1970 termina sus estudios en la Escuela de Arte, y la última enseñanza que recibe antes de salir por sus puertas es –“Sal fuera y busca tu propio estilo” Esto le resultó particularmente gracioso, ya que precisamente es lo que ya tenía, pero como el mismo dice –“Era una frase muy frecuente en aquel tiempo”.


Fotos ilustraciones:
1ª izquierda: Gunderwald
2ª derecha: Running Man
3ª izquierda: The Barbarian

10 comentarios:

  1. La forma tan particular de dibujo que tiene John Blanche han contribuído probablemente más que ninguna otra cosa, a la "oscuridad" el horror y el misterio que tienen para mí los universos creados por Games Workshop. Sin él, probablemente me hubieran parecido mundos genéricos y, en cualquier caso, cómicos.

    Creó una impresión muy fuerte en mí cuando era niño y, cuanto más tiempo pasa, más aprecio su obra.

    Un blog fantástico. Por favor, sigue así.

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  2. Ups..que palo: despues de toda la intro, se acaba. Es verdad.. que pone (1ª parte) :-)
    Magnifico personaje para iniciar esta serie.

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  3. Genial artículo, como es ya habitual, aunque debo manifestar que siempre he detestado a John Blanche. Sus dibujos me parecen horrendos y de lo peorcito que tiene Games Workshop, sobretodo de los noventa para acá cuando aparecen artistazos como Mark Gibbons o Adrian Smith, que le dan cien mil vueltas y dejan todavía más en evidencia su estilo ya caduco y su pobre sentido artístico. Cuando abrí el Codex Demonios que salió el año pasado y vi que seguían encargándole dibujos a Blanche se me vino el alma a los pies. Qué mal dibuja este tipo, rediós.

    Aunque supongo que fue importante en los orígenes de la compañía, creo que hoy en día ha sido más que superado, y no entiendo porque siguen manteniéndolo en nómica, como no tenga un contrato vitalicio o algo así.

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  4. Gracias wachinayn. Con ese nombre... ¿no serás de Cádiz, verdad?
    Conicido contigo en lo referente al arte de Blanche, aunque los mayores exponentes, en lo que a oscuridad en los mundos de Warhammer se refiere, yo diría que son Ian Miller y Will Rees. Gracias de nuevo por tu apoyo.
    Marques, la siguiente entrada siguiendo la biografía de aquellos años de JB la publicaré en breve. Prometo no tenerte mucho tiempo a la expectativa.
    Guillem, lo que expones es el eterno enfrentamiento entre los admiradores de Blanche y sus detractores. Lo que está muy claro es que no deja indiferente, lo cuál es un gran punto a favor para cualquier artista.
    Yo también prefiero sus primeras obras (de las que soy un admirador fanatizado), hasta finales de los noventa, cuando abandona el dibujo y pasa a una suerte de bosquejos o dibujos conceptuales que tampoco son del todo de mi agrado. En su defensa, y sin saber realmente si es este el motivo de su descenso en la calidad, diré que hace unos años pasó una enfermedad de larga duración y gran gravedad que le postró en cama y casi le conduce a la muerte. Toquemos madera y esperemos que aun tengamos muchos años de John Blanche. En cuanto a lo de la nómina, creo que hoy en día casi todos los trabajadores de GW que se han mantenido desde aquella época, tienen un contrato blindado, y lo que es más, son ellos los que aún atráen a los jugadores veteranos. Llegan nuevos colaboradores, pero la aportación que estas viejas glorias han realizado al hobby no puede ser superada.

    Pasando a otro tema, creo que ya estoy entrando en una parte de la historia de GW en la que aparecen muchos nombres, productos e ilustraciones. Esto me lleva a pensar en los derechos de autor.
    ¿Creéis que debería incluir un aviso en forma de leyenda avisando de la propiedad intelectual del material que expongo?
    Espero vuestras respuestas.
    Gracias.

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  5. No, no soy de Cádiz, me temo. Madrileño.

    Sobre lo de la nómina de John Blanche. No es sólo que el hombre dibuje, sino que además es el director del departamente de arte de Games Workshop, así que supongo que además de dibujar hará otras muchas labores.

    Lo del Copyright yo creo que no necesitas hacerlo, y que sería un poco excesivo y trabajo extra. Al fin y al cabo, no he visto nunca un blog que indique específicamene que las palabras "Skaven" o "Ultramarines" son Copyright de Games Workshop cada vez que las usa y nunca ha pasado nada....

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  6. Con ese nombre me había parecido que eras del Sur y gaditano de pro. (Pero madrileño también está bien) :)

    Gracias por la ayuda sobre el copyright.

    Como bien dices John lleva siendo Director de Artístico de GW desde mediados de los 80 y su principal labor ha sido seleccionar a los colaboradores y futuros trabajadores del departamento "pictórico", el famoso 'Eavy Metal y los dibujantes e ilustradores.
    Además su propia aportación artística.
    Y las visitas a tiendas y eventos.
    Y los artículos en la White Dwarf.
    Y...

    El caso es que su trabajo es innegable y su aportación importantísima.

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  7. Interesante artículo, felicitaciones.
    Yo también soy de los que tiene sentimientos encontrados con Blanche. En el siguiente artículo podrías poner alguna mini pintada por él; son realmente peculiares.

    ¿Vas a seguir hablando de ilustradores de la primera época? ¿Paul Bonner y compañia? ^^

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  8. Por supuesto mi intención es revisar el trabajo de los diferentes ilustradores de GW conforme alcancemos su época específica. Y en el caso de algunos repasar su biografía con una cierta profundidad.
    En la próxima entrada, a la sazón segunda parte de la historia de John, pondré algunas minis suyas. Aunque de aquellos primerisimos años no tengo fotos, sino de un poco más adelante.

    En breve más...

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  9. A ver si cuento bien lo que me ha encargado Chacal...
    Los Artistas con mayúsculas no nacen en las "escuelas de bellas artes".El ejemplo de Dalí es paradigmático.Este pintor estaba en un
    examen de la escuela de bellas artes donde tenían
    que sortear una serie de bolitas que se correspondían cada una con un tema que tenía que desarrollar.Al "alumno Dalí" le correspondió el
    tema "Rafael Sanzio".
    Entonces,con su histrionismo habitual dijo:
    -"¡Tengoooooo un problemaaaaaaa!
    Y el profesor contesta:-¿Cual?.
    Responde Dalí:-Pues que sé más de Rafael que todos vosotros..."

    Tras esto se iría de la "escuela".

    Por otro lado,a Chacal le gustan las fotos que
    has puesto y entiende que los sitios desolados
    (bombardeados,miseria,desolación) son IDEALES
    para la inspiración de los artistas,porque les obligan a buscar "otros mundos" en su imaginación.Es una especie de rebeldía ante la fealdad del entorno.
    Espero haber transmitido bien su mensaje.
    Saludos.

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  10. Gracias Turner por tu trabajo de intermediario entre Chacal y el blog.
    Creo que Chacal ha expresado muy bien la idea que nos rondaba a la mayoría por la cabeza.

    Chacal espero que tengas conexión propia algún día, aunque sigas trabajando con ese cacharro antediluviano.

    Un saludo.

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