sábado, 1 de agosto de 2009

Of vans and banks (2ª parte)

Mientras pasaban los cortos y oscuros días invernales, lo que había empezado como un hobby crecía hasta empezar a generar unos beneficios que superaban las expectativas originales.

Esto no quiere decir que se estuvieran haciendo ricos, pero cada vez tenían más claro que con un pequeño empujón podían pasar de ser un par de aficionados que subsistían a base de pequeñas ventas a auténticos comerciantes.
El negocio crecía constantemente y llegó la hora de apostar por él seriamente, así que acudieron a varios bancos con la esperanza de conseguir un crédito y de esta manera expandir la empresa. Sus planes futuros comenzaban a tomar forma y uno de los caminos a seguir era abrir la primera tienda, así no solo tendrían un lugar donde atender a sus clientes de manera correcta sino que dispondrían de almacén, oficina, etc. Pero los bancos se mostraron algo más que reacios a prestar su dinero para esta clase de proyecto de manera que la expansión aún tendría que esperar unos meses más mientras reinvertían los beneficios obtenidos y seguían ahorrando para llevar a cabo los planes por si mismos. Tenían la absoluta certeza de que lo podían hacer, pero necesitarían más tiempo del que hubieran requerido de habérseles concedido la ayuda bancaria.
Con el crecimiento también aumentaba el volumen de trabajo y la necesidad de colaboradores, a los que tarde o temprano también habría que pagar.
Fue debido a este incremento de trabajo que el segundo Games Day a su vez sufrió un importante retraso. Originalmente estuvo planteada su celebración para Noviembre o Diciembre de 1976, pero no se llevaría a cabo hasta Febrero de 1977. Y de nuevo la falta de capital efectivo tendría mucho que ver en estos retrasos, ya que si hubieran podido contar con dinero para contratar personal de apoyo, tal vez, se hubieran agilizado las distintas gestiones y trabajos relacionados con estos eventos.

De esta manera se acercaba el final de 1976, mientras el año entrante iba adquiriendo un aspecto cada vez más prometedor.

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