martes, 15 de septiembre de 2009

Ríos de plomo


La relación actual de Games Workshop con las miniaturas (sean del material que sean) es evidente, pero en sus orígenes ya era muy fuerte, aunque de un modo distinto.

Los juegos de rol surgen de una forma casi orgánica siguiendo la estela dejada por los grupos de simulación histórica, los jugadores de wargames y los aficionados a los juegos de mesa “progresivos”. Mucho antes de que Gary Gygax creara D&D, aficionados en solitario o pequeños grupos de amigos (por regla general pertenecientes a alguna asociación de jugadores de la rama histórica) empezaron a mezclar mundos de fantasía consolidados, como podían ser El Señor De Los Anillos o Conan, con sus juegos de batallas clásicas o medievales. Esto mismo hizo Gary en un juego de su cosecha llamado Chainmail, que venía a ser un wargame alto medieval en el que se podía incluir magia y criaturas mitológicas. Más adelante Gary minimizaría la importancia de los ejércitos mientras aumentaba el protagonismo de los héroes en el juego y de esta manera plantaba el germen de D&D.
Una característica común a todos estos juegos era el uso de miniaturas de plomo, como se venía haciendo desde antes incluso de la aparición del antiquísimo Little Wars de H.G. Wells. Naturalmente en algunas variantes primaba el empleo de tokens o contadores, pero siempre ha existido consenso en cuanto a la vistosidad que ofrecen los ejércitos en miniatura.

Con la aparición del rol muchas compañías fabricantes de “soldaditos de plomo” comenzaron a expandir sus líneas con aventureros de toda índole: orcos, elfos y toda suerte de criaturas para que poblaran las mazmorras de las aventuras roleras.
Ya desde su nacimiento los juegos de rol tuvieron una muy estrecha relación con las miniaturas y tanto los Masters como los propios jugadores poseían una o varias figuras para representar los eventos de la misión. En muchos casos las colecciones de miniaturas crecían más allá de lo necesario para jugar y los propietarios aquejados de la fiebre del plomo reutilizaban sus ejércitos en wargames de corte fantástico.
Fue una época dorada para la industria.

2 comentarios:

  1. Hola Javi, perdona que he estado algo liado.

    La verdad es que las figuras de primera epoca tienen un encanto especial. Quizas puedan parecer malas comparadas con muchas de las cosas que se pueden hacer ahora, pero tienen cosas que a mi me gusta mucho mirar, como hizo el escultor tal cosa o como resolvio tal otra. Tengo muchas figuras de las antiguas y las valoro mas que muchas de las actuales.

    De que va la próxima entrada :D

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  2. Esta ha sido una especie de presentación a la siguiente entrada, que es un catálogo incompleto de las marcas de miniaturas de que disponían.
    Espero publicarla esta misma tarde.
    Y con esa entrada finalizo una sección del blog dedicada a los productos GW de 1977. Más adelante completaré los catálogos con otros productos, pero no creo que vuelva a dedicarle tanto espacio a un catálogo general... o sí, ¿quien sabe?

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