La tienda de Dalling Road estaba prácticamente preparada y el día de apertura planeado para una fecha indeterminada de Marzo o Abril.
Y por supuesto se sigue publicando la White Dwarf. El número 5 de Febrero/Marzo con portada de Polly Wilson tiene un editorial fascinante en el que Ian saca la artillería y plantea el tema de los derechos de autor y el copyright sin ambages:

“El copyright es un seguro legal que existe precisamente para proteger al individuo o compañía de la piratería aplicada sobre su o sus ideas. Da al individuo o compañía el derecho exclusivo de publicar o vender copias de un trabajo durante un determinado periodo de tiempo. Con un juego, por ejemplo, el copyright se mantiene por 50 años. Los individuos o compañías tienen también la posibilidad de vender los derechos de producción de un producto en particular a “licenciados” y de ahí la aparición de todas las líneas de productos derivados. Twentieth Century Fox tiene los derechos sobre Star Wars y actualmente emplea a un grupo muy fuerte de abogados los cuáles estarán más que dispuestos a demandar a cualquier pirata hasta hacerlo desaparecer. Por supuesto ellos tienen todo el derecho a proteger su copyright, pero si su motivo es puramente la auto-protección es debatible.
Los jugadores de wargames lo tienen más fácil ya que en su medio obviamente el copyright no existe, es decir, la Segunda Guerra Mundial y por lo tanto cualquier batalla puede ser simulada y del mismo modo llevada al formato juego por cualquier fabricante sin infringir ninguna ley de copyright. Sin embargo los juegos de Ciencia Ficción/Fantasía y las figuras en miniatura se apoyan tremendamente en las películas y la literatura de CF/F a la búsqueda de ideas y temáticas. Han de hacerlo. Ahora ¿deben los fabricantes pagar por los derechos de producir estos juegos y miniaturas basados en bien conocidos libros y películas? Si, por supuesto que deben, pero que tengan o no estos derechos garantizados es un tema diferente. Twentieth Century Fox se alegrará de permitir un juego de Star Wars para un mercado masivo o incluso un gel de baño de Darth Vader (verídico) ya que generarán grandes royalties. Pero el fabricante que se muestre interesado en solicitar una licencia para hacer productos dirigidos al fan de la CF/F lo más probable es que sea rechazado ya que se trata de un mercado pequeño.
Por esto esos fabricantes tienen que intentar sortear las leyes del copyright a expensas y ante el disgusto tanto de ellos mismos como de sus clientes. Los propietarios del copyright toleran algunos de estos casos, pero ahora los fabricantes de juegos y figuras empiezan a encontrarse oprimidos. El juego Asedio a Minas Tirith ha desaparecido de las estanterías y pronto será seguido por La Batalla de los Cinco Ejércitos de TSR (el cual podría reaparecer en una fecha futura) y quién sabe durante cuanto tiempo permanecerá La Guerra del Anillo de FGU. Es triste averiguar también que Miniature Figurines está próxima a retirar su gama de figuras Mythical Earth.
Parece evidente que nadie saldrá ganando ante esta estricta aplicación de las leyes del copyright, pero los aficionados a la CF/F definitivamente saldrán perdiendo. Esperemos que estos problemas puedan ser resueltos y que así en un futuro las mesas de wargames reciban la presencia de Darth Vader con un sable láser, en vez de una demanda, en su mano.”
