Entre finales de 1978 y principios de 1979 los dos compañeros invirtieron una cantidad enorme de esfuerzo y, ¿por qué no decirlo? de dinero, en mejorar la empresa.
El volumen de trabajo en la tienda era excesivo para ser soportado por un par de dependientes solos, y las cada vez mayores necesidades administrativas requerían de un tipo de ayuda más especializada. La solución pasaba por contratar más personal, para lo que empezaron publicando varios anuncios en sucesivos números de la White Dwarf ofreciendo la incorporación a distintos departamentos como eran administración y contabilidad, dependiente y encargado de tienda. Para optar al puesto los aspirantes debían contar con ciertas cualidades extra. Un buen conocimiento del hobby era algo fundamental, pero también la predisposición a participar en grupos de prueba de juegos nuevos o la de colaborar en la organización de eventos y acudir a ferias nacionales. Y si además aportaban alguna habilidad artística o de cualquier otra clase utilizable a la hora de diseñar juegos o ayudas para estos, esta sería muy tenida en cuenta.
La planta superior de la tienda se había convertido en algo más que el centro nervioso de Games Workshop, también era el corazón de la revista White Dwarf y se planteaba como la futura sala de pruebas para un estudio de diseño dedicado a los juegos de Ciencia Ficción y Fantasía. Gente como Albie Fiore se habían convertido en asiduos de la oficina y trabajaban codo con codo con Ian en la elaboración del magazine. Particularmente la ayuda de Albie se estaba convirtiendo en imprescindible debido a su experiencia previa en las funciones editoriales.
También comenzó una nueva era para los dos amigos al incorporarse al “avanzadísimo” mundo de las empresas informatizadas tras comprar un microcomputador PET gracias al cuál se agilizaría increíblemente el control del inventario de la tienda y se facilitarían las tediosas labores contables. Para cubrir el puesto administrativo contrataron a Vickie Jackson, tras lo que se hizo evidente otro problema que les venía persiguiendo desde que Games Workshop comenzara sus andanzas: el espacio. El control del stock estaba solucionado, el verdadero problema era que ese mismo stock ya casi no les cabía en la tienda. La más que importante cantidad de pedidos por correo que recibían diariamente les obligaba a tener un gran remanente de productos en existencia y el pequeño almacén de esta no daba ya a basto para contenerlo. Una vez más la solución pasaba por reinvertir los beneficios en alquilar un nuevo local que hiciera las veces de almacén y con el paso del tiempo tal vez sumarle alguna otra función. No tuvieron que esperar mucho antes de encontrar el lugar idóneo lo suficientemente cerca de la tienda como para satisfacer las necesidades del traspaso del material (incluso con el paso del tiempo algunos clientes que no encontraran el producto deseado en Dalling Road serían invitados a acercarse al almacén para que lo buscaran por si mismos, como si de un supermercado del ocio se tratara)
En cuanto a lo que se refiere a la propia tienda Ian y Steve necesitaban delegar la responsabilidad de su dirección en alguien con experiencia que actuara como manager y para este puesto fundamental encontraron a Peter Darvill-Evans, quien había sido dependiente jefe de Games Centre, y para apoyar su gestión contrataron a Colin Reynolds con el cargo de subdirector. Juntos aportaron un nuevo aire a la tienda haciendo suya la idea de Ian de que no fuera solo un lugar al que acudir a comprar juegos, sino donde aprender a jugarlos y empaparse de ambiente lúdico. Bajo su dirección la tienda pronto sería conocida como el “hogar” de los juegos de fantasía británicos y sería regularmente visitada por cientos de aficionados, incluyendo una buena parte de visitantes extranjeros.
Las colaboraciones por parte de jóvenes deseosos de participar aportando su granito de arena en la forma que fuera se hicieron muy comunes. Tenemos el caso de, por ejemplo, un jovencísimo Jes Goodwin cuya labor como pintor freelance le permitía ganarse una pequeña paga y una muestra de su incipiente talento se exponía en la vitrina de miniaturas de la tienda, su nombre hoy en día es sinónimo del diseño de miniaturas más exitosas de Games Workshop, pero en aquel entonces su primera aproximación al mundo del miniaturismo fue como pintor. También dos hermanos con una cierta habilidad a la hora de esculpir miniaturas acabaron trabajando a tiempo parcial para Ian y Steve. Se trataba de los gemelos Michael y Alan Perry, dos apasionados de la historia militar, para quienes Games Workshop fue el trampolín que los catapultó al mundo profesional de la escultura.
Y es en este momento de las postrimerías del año 78 cuando se firma un muy beneficioso contrato en exclusiva con la compañía de miniaturas americana Ral Partha, por el cuál Games Workshop se reservaba el derecho de producción de las gamas de dicha marca. Estas además serían fabricadas en la propia Inglaterra desde donde se distribuirían a nivel europeo. Y el acuerdo también incluiría un anexo de reciprocidad para que, en el caso de que los británicos tuvieran su propia línea de miniaturas, Ral Partha pudiera incluirla en su catálogo y distribuirlas por todo EEUU.
A este fin Ian y Steve, pensando en invertir en su propia marca, buscaron la ayuda de un experto en la materia que les asesorara en lo referente a la fundición de miniaturas. Este fue un viejo conocido de ambos cuyos proyectos miniaturísticos ya se habían reseñado en la revista, su nombre era Bryan Ansell.
Con Bryan embarcado en esta nueva aventura empresarial comenzaron a negociar los términos de la colaboración tras lo que rápidamente comenzó la producción.
Pero estos primeros movimientos eran solo una fase previa a la fundación de Citadel Miniaturas. Uno de los primeros pasos consistía en buscar diseñadores y con su ayuda crear la que habría de ser la primera línea de miniaturas de esta marca. Pero esta parte de la historia la trataremos a fondo un poco más adelante…
Mientras tanto el mercado de los juegos seguía su curso, y en este momento la novedad más importante fue el lanzamiento del Advanced Dungeons & Dragons, del cuál Games Workshop se aseguró que saliera su propia versión británica en tapa blanda.
Otra novedad de la tienda de Hammersmith fue la inclusión en el catálogo de videojuegos de Atari. Tanto Ian como Steve consideraban los ordenadores como un campo del ocio muy interesante y con un increíble futuro, así que desde un primer momento contaron con ellos en su visión del mercado del ocio.
La revista de la casa continua sus andanzas con la publicación de su número 10 con fecha entre Diciembre del 78 y Enero del 79, con portada de Eddie Jones. En ella continua el relato “El Valle de los Cuatro Vientos” y surge un rumor de lo más interesante sobre la posibilidad de ver, en un futuro no muy lejano, un juego basado en el mismo usando las miniaturas que lo inspiraron.
Y no nos podemos olvidar de reseñar la celebración del evento Games Workshop por excelencia, el Games Day...
Foto superior izquierda: Ian en su puesto de editor
Foto superior derecha: la oficina en Dalling Road con, de abajo a arriba: Vickie Jackson con el microcomputador PET, Steve Jackson, Albie Fiore y, casi oculto entre las sombras de blanco y negro, Ian Livingston en su puesto.
Foto central izquierda: Colyn Reinolds reorganizando la tienda.
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Como ya he comentado anteriormente, el periodo navideño es terrible para mi. Casi no dispongo de tiempo libre y salgo muy cansado de estas fechas. Por si fuera poco aún sigo careciendo de internet lo que agrava más si cabe mi actual lentitud al publicar.
ResponderEliminarEspero solucionar estos problemillas de aquí a mediados de este año, pero sea como sea, ahora que al fin Diciembre a quedado convenientemente atrás, tengo la intención de recuperar el ritmo "normal".
Un abrazo y seguid atentos que hay historia para rato.
Ya llega lo bueno :D ya estamos ahí :D
ResponderEliminarBueno, esta entrada ha estado muy bien :D
Javi, cuanto darías por haber entrado en la tienda en este momento que comentas, ehh?? :D yo también. Tenia que ser una gozada subir al piso de arriba a ver lo que tenían liao por ahí :D
A ver si es verdad y estamos leyendo la próxima entrada pronto :D
Seguimos atentos, seguimos atentos...
ResponderEliminarYa tu sabes... mi blogroll te vigila :-P
Gracias a ambos. Después del parón navideño estaba deseando volver a ponerme con la historia, pero al mismo tiempo temía haber perdido el impulso.
ResponderEliminarRaúl, ¿un brazo te parece poco?, el origen del pasatiempo que se ha convertido en motor de mi existencia (suena un poco exagerado, ¿no?).
Pablo tu sigue de centinela. Y a propósito, muy buena la serie de articulos de escenografía de Mordheim. La ciudad de los condenados, otra de mis pequeñas debilidades. Algún día crearé otro blog donde colgar todas mis minis pintadas de Mordheim y toda la escenografía que he ido creando. No es que sea mucha, pero yo siempre he tratado de suplir la falta de cantidad con una altísima calidad.
Un saludo y no os perdais las siguientes entradas, en breve llegamos a la fundación de Citadel.
Excelente blog! Me he leído todas las entradas anteriores en un día y voy a devorar las siguientes. Espero que no te moleste el "resucitar" esta entrada con mi comentario, pero quería hacerte una pregunta.
ResponderEliminarEn esta primera época, por lo que he leído, si no entiendo mal GW venía a ser una distribuidora ¿Es asi? ¿Era el unico producto que "fabricaban" la revista WD?
Es asi o me he enterado mal?
Correcto Hoarmurel, en los primeros días se dedicaban a la importación de juegos americanos. Ya desde un primer momento intentaron lanzar sus propios juegos de mesa, pero tardaron un poco en ponerse en marcha. No obstante en 1978 produjeron una versión del juego Cosmic Encounter junto con Eon Products y antes de eso hacían blocs de hojas de personajes para D&D.
ResponderEliminarAdemás de distribuir abrieron la tienda de Dalling Road en el 78, lo que los hacía ser algo más que distribuidores, pero no llegaban aun al punto de comercializar sus propios productos, eso llegaría en 1979 con Citadel, aunque también se podría discutir al respecto, y en 1980 con sus propios juegos.
Espero que veas la respuesta.