Ian y Steve habían entendido la importancia que para el rol tenían las humildes miniaturas de plomo. Hasta la aparición de Dungeons & Dragons estas se habían empleado casi exclusivamente como principal complemento de los juegos de estrategia. Pero ya fuera por la similitud (a grandes rasgos) de dichos juegos con el rol, o por una evolución natural de las pequeñas empresas manufacturadoras cuyos intereses giraron rápidamente hacia los nuevos campos de la Fantasía y la Ciencia Ficción, el caso es que en un periodo de apenas cuatro años se generó un creciente mercado para las figuras como imprescindible compañero de los propios juegos.
Los dos amigos ya tenían una gran experiencia en el trato con diversas marcas de miniaturas, como era el caso de Miniature Figurines, Archive Miniatures o Ral Partha, y algunos contratos de distribución exclusiva muy beneficiosos, que a su vez les habían “obligado” a introducirse aún más en el negocio de la producción propia.
A partir de la segunda mitad de 1978 Games Workshop había comenzado la fabricación en el propio territorio inglés de las gamas de fantasía de Ral Partha y los buenos resultados obtenidos les incitaban a apostar fuerte en esta vertiente del hobby, en algunas ocasiones las ventas de figuras en la tienda de Dalling Road servían para salvar la caja de un día particularmente tranquilo.
En Enero de 1979 ya estaba todo dispuesto para el nacimiento de una nueva marca británica, cuya calidad y originalidad revolucionaría la escena miniaturística mundial.
CITADEL MINIATURES
Bryan Ansell era un viejo conocido de Ian y Steve desde que la que fuera su propia marca de miniaturas, Asgard, apareciera reseñada en la revista White Dwarf. No es difícil tampoco imaginar, aunque sea entrando en el farragoso terreno de la suposición, que incluso antes de este artículo ya se hubieran producido algunos contactos ya que, como veremos más adelante, Bryan era también un fanático de D&D, o que en algún evento dedicado a los juegos donde estuviera presente GW, Asgard presentara su línea de miniaturas, dándose así este primer encuentro que derivaría en la presentación en el magazine.
Bryan era un diseñador emprendedor, que ya había tomado parte en varios proyectos e incluso había iniciado sus propias aventuras empresariales. Como cofundador de Asgard había obtenido una gran experiencia en los terrenos del diseño y fundición de miniaturas, además de haber aprendido a coordinar un equipo de trabajo y dirigir su propio negocio. También había logrado unos muy buenos contactos y ya conocía a bastantes de los colaboradores de GW. Pero lo más importante era que tenía muy buen ojo para el talento y las ideas muy claras sobre como quería hacer las cosas.
Con este bagaje era el candidato perfecto para dirigir la nueva compañía, la cuál quedaría bajo su absoluta responsabilidad. Ian y Steve tendrían un papel muy importante en su creación, pero en lo que se refiere a su desarrollo estuvo en manos de Bryan casi exclusivamente. El papel de los dos de Londres consistió en un principio en la aportación del capital inicial para montar la empresa, también se mantendrían como asesores tanto comerciales como en las relaciones con otras marcas de miniaturas, especialmente con Ral Partha, ya que con ellos compartirían las líneas de producción en un acuerdo de distribución compartida (Ral Partha distribuyendo las miniaturas de Citadel en EEUU y Citadel las de los americanos en Europa) y además indicando en algunas ocasiones las gamas a fabricar.
Aparte de algunas directrices “básicas” dieron a Bryan una libertad casi completa de decisión y un trato más de socio que de empleado, hasta que punto esto fue parte de lo acordado en su contrato sólo ellos lo saben. Con el tiempo se demostró que esta forma de actuar había sido un gran acierto.
De esta forma en la revista White Dwarf nº 11 de Febrero/Marzo de 1979, con portada de John Blanche, aparecía por primera vez anunciada la empresa Citadel Miniatures, aunque en este primer contacto del público con la marca sólo aparecía la gama de Ral Partha, habría que esperar hasta el nº 12 de la revista para que se mostraran las primeras miniaturas propias de Citadel.
Esta presentación venía encabezada por las siguientes palabras:
“Games Workshop y Bryan Ansell se enorgullecen de anunciar la formación de CITADEL MINIATURES LTD. fabricante y distribuidor de las más nuevas y apasionantes miniaturas del país, incluyendo RAL PARTHA.
CITADEL MINIATURES será dirigida por Bryan Ansell, fundador y diseñador de ASGARD MINIATURES. Junto al propio Bryan, muchos nuevos diseñadores trabajarán en las gamas de CITADEL, incluyendo la línea de FIEND FACTORY (de los artículos del mismo nombre de la “WHITE DWARF”) y una gama de FANTASY ADVENTURE, ambas diseñadas para los jugadores de Juegos de Rol de Fantasía. CITADEL MINIATURES también fabricará la gama completa de figuras de ASGARD.
CITADEL MINIATURES no limitará su producción a las figuras de Ciencia Ficción y Fantasía. Muchas gamas nuevas de figuras para wargames históricos están siendo planeadas actualmente. Vigila este espacio para futuras noticias.”
Como ya se anunciaba Bryan sería el primer escultor de Citadel, inaugurando la línea Fiend Factory con su “The Fiend”, pero otros muchos colaboradores se unirían al proyecto, o incluso, ya llevaban tiempo preparando material para la salida al mercado de la nueva empresa.
Este era el caso de los hermanos Michael y Alan Perry, dos jovencísimos hermanos gemelos londinenses cuya pasión por la historia militar y las recreaciones de esta les pusieron en el camino de GW cuando aún no habían finalizado sus estudios secundarios. Pronto se les unirían otros diseñadores como Tony Ackland, más conocido hoy en día por sus ilustraciones, o Humphrey Leadbitter, quien en aquellos primeros días se encargaría de la línea Fantasy Specials.
La “fábrica”, si es que la podemos llamar así, ya que en aquel momento era más bien un estudio, estaba ubicada en el Newark Folk Museum, en el nº 48 de Millgate, en Newark, Nottinghamshire.
Los aspectos técnicos eran supervisados por el propio Bryan y los operarios que formaban el equipo de trabajo dedicados al manejo de la máquina de fundición, la de centrifugado, en la mesa de empaquetado, etc. eran: Richard Evans, John Ellis y Richard Szahl.
Muy pronto la tienda de Londres no tendría suficiente espacio para almacenar la gran cantidad de miniaturas que el mercado estaba reclamando, ni tan siquiera el almacén podía hacerse cargo de tanto material. La solución pasaba por expandir la empresa subsidiaria de Nottingham, aunque para esto aún quedaban algunos meses. Mientras tanto los pedidos de Mail Order de figuras se habían transferido directamente a la fábrica de Newark, dando así origen al nacimiento de lo que actualmente conocemos como Venta Directa (aunque distaba mucho de lo que es a día de hoy).
Recopilar un catálogo con todas las referencias creadas por Citadel es virtualmente imposible. Aunque estos mismos existen, creados por la propia marca en su momento, tal y como Bryan Ansell le dijo a un muchacho hace muchos años ante su ingenuo comentario de que poseía todas las miniaturas fabricadas por ellos:
“Es imposible que tengas todo lo que hemos creado, ya que sólo en miniaturas descartadas para la venta podríamos rellenar un catálogo completo”.
No obstante en futuras entregas reseñaremos parte de su extensa producción y veremos como la historia de Citadel acompaña a la de Games Workshop, desde este primer momento en que son dos compañías bien diferenciadas, hasta fundirse en una sola.
Los dos amigos ya tenían una gran experiencia en el trato con diversas marcas de miniaturas, como era el caso de Miniature Figurines, Archive Miniatures o Ral Partha, y algunos contratos de distribución exclusiva muy beneficiosos, que a su vez les habían “obligado” a introducirse aún más en el negocio de la producción propia.
A partir de la segunda mitad de 1978 Games Workshop había comenzado la fabricación en el propio territorio inglés de las gamas de fantasía de Ral Partha y los buenos resultados obtenidos les incitaban a apostar fuerte en esta vertiente del hobby, en algunas ocasiones las ventas de figuras en la tienda de Dalling Road servían para salvar la caja de un día particularmente tranquilo.
En Enero de 1979 ya estaba todo dispuesto para el nacimiento de una nueva marca británica, cuya calidad y originalidad revolucionaría la escena miniaturística mundial.
CITADEL MINIATURES
Bryan Ansell era un viejo conocido de Ian y Steve desde que la que fuera su propia marca de miniaturas, Asgard, apareciera reseñada en la revista White Dwarf. No es difícil tampoco imaginar, aunque sea entrando en el farragoso terreno de la suposición, que incluso antes de este artículo ya se hubieran producido algunos contactos ya que, como veremos más adelante, Bryan era también un fanático de D&D, o que en algún evento dedicado a los juegos donde estuviera presente GW, Asgard presentara su línea de miniaturas, dándose así este primer encuentro que derivaría en la presentación en el magazine.
Bryan era un diseñador emprendedor, que ya había tomado parte en varios proyectos e incluso había iniciado sus propias aventuras empresariales. Como cofundador de Asgard había obtenido una gran experiencia en los terrenos del diseño y fundición de miniaturas, además de haber aprendido a coordinar un equipo de trabajo y dirigir su propio negocio. También había logrado unos muy buenos contactos y ya conocía a bastantes de los colaboradores de GW. Pero lo más importante era que tenía muy buen ojo para el talento y las ideas muy claras sobre como quería hacer las cosas.
Con este bagaje era el candidato perfecto para dirigir la nueva compañía, la cuál quedaría bajo su absoluta responsabilidad. Ian y Steve tendrían un papel muy importante en su creación, pero en lo que se refiere a su desarrollo estuvo en manos de Bryan casi exclusivamente. El papel de los dos de Londres consistió en un principio en la aportación del capital inicial para montar la empresa, también se mantendrían como asesores tanto comerciales como en las relaciones con otras marcas de miniaturas, especialmente con Ral Partha, ya que con ellos compartirían las líneas de producción en un acuerdo de distribución compartida (Ral Partha distribuyendo las miniaturas de Citadel en EEUU y Citadel las de los americanos en Europa) y además indicando en algunas ocasiones las gamas a fabricar.
Aparte de algunas directrices “básicas” dieron a Bryan una libertad casi completa de decisión y un trato más de socio que de empleado, hasta que punto esto fue parte de lo acordado en su contrato sólo ellos lo saben. Con el tiempo se demostró que esta forma de actuar había sido un gran acierto.
De esta forma en la revista White Dwarf nº 11 de Febrero/Marzo de 1979, con portada de John Blanche, aparecía por primera vez anunciada la empresa Citadel Miniatures, aunque en este primer contacto del público con la marca sólo aparecía la gama de Ral Partha, habría que esperar hasta el nº 12 de la revista para que se mostraran las primeras miniaturas propias de Citadel.
Esta presentación venía encabezada por las siguientes palabras:
“Games Workshop y Bryan Ansell se enorgullecen de anunciar la formación de CITADEL MINIATURES LTD. fabricante y distribuidor de las más nuevas y apasionantes miniaturas del país, incluyendo RAL PARTHA.
CITADEL MINIATURES será dirigida por Bryan Ansell, fundador y diseñador de ASGARD MINIATURES. Junto al propio Bryan, muchos nuevos diseñadores trabajarán en las gamas de CITADEL, incluyendo la línea de FIEND FACTORY (de los artículos del mismo nombre de la “WHITE DWARF”) y una gama de FANTASY ADVENTURE, ambas diseñadas para los jugadores de Juegos de Rol de Fantasía. CITADEL MINIATURES también fabricará la gama completa de figuras de ASGARD.
CITADEL MINIATURES no limitará su producción a las figuras de Ciencia Ficción y Fantasía. Muchas gamas nuevas de figuras para wargames históricos están siendo planeadas actualmente. Vigila este espacio para futuras noticias.”
Como ya se anunciaba Bryan sería el primer escultor de Citadel, inaugurando la línea Fiend Factory con su “The Fiend”, pero otros muchos colaboradores se unirían al proyecto, o incluso, ya llevaban tiempo preparando material para la salida al mercado de la nueva empresa.
Este era el caso de los hermanos Michael y Alan Perry, dos jovencísimos hermanos gemelos londinenses cuya pasión por la historia militar y las recreaciones de esta les pusieron en el camino de GW cuando aún no habían finalizado sus estudios secundarios. Pronto se les unirían otros diseñadores como Tony Ackland, más conocido hoy en día por sus ilustraciones, o Humphrey Leadbitter, quien en aquellos primeros días se encargaría de la línea Fantasy Specials.
La “fábrica”, si es que la podemos llamar así, ya que en aquel momento era más bien un estudio, estaba ubicada en el Newark Folk Museum, en el nº 48 de Millgate, en Newark, Nottinghamshire.
Los aspectos técnicos eran supervisados por el propio Bryan y los operarios que formaban el equipo de trabajo dedicados al manejo de la máquina de fundición, la de centrifugado, en la mesa de empaquetado, etc. eran: Richard Evans, John Ellis y Richard Szahl.
Muy pronto la tienda de Londres no tendría suficiente espacio para almacenar la gran cantidad de miniaturas que el mercado estaba reclamando, ni tan siquiera el almacén podía hacerse cargo de tanto material. La solución pasaba por expandir la empresa subsidiaria de Nottingham, aunque para esto aún quedaban algunos meses. Mientras tanto los pedidos de Mail Order de figuras se habían transferido directamente a la fábrica de Newark, dando así origen al nacimiento de lo que actualmente conocemos como Venta Directa (aunque distaba mucho de lo que es a día de hoy).
Recopilar un catálogo con todas las referencias creadas por Citadel es virtualmente imposible. Aunque estos mismos existen, creados por la propia marca en su momento, tal y como Bryan Ansell le dijo a un muchacho hace muchos años ante su ingenuo comentario de que poseía todas las miniaturas fabricadas por ellos:
“Es imposible que tengas todo lo que hemos creado, ya que sólo en miniaturas descartadas para la venta podríamos rellenar un catálogo completo”.
No obstante en futuras entregas reseñaremos parte de su extensa producción y veremos como la historia de Citadel acompaña a la de Games Workshop, desde este primer momento en que son dos compañías bien diferenciadas, hasta fundirse en una sola.
Foto superior: símbolo de la Ciudadela
Foto central izquierda: Bryan Ansell
Foto inferior izquierda: Bryan revisa el stock en Citadel
Foto inferior derecha: el equipo original de la fábrica, Richard Evans en la máquina de fundición, John Ellis con sombrero y Richard Szahl empaquetando
Menudas artes de novelista tienes; siempre acabas las entradas en alto dejándonos deseando una nueva entrega :)
ResponderEliminarPara más información sobre catalogos y miniaturas de Citadel y GW:
ResponderEliminarwww.solegends.com
Esa es parte de la magia de este relato Endakil :)
ResponderEliminarAirusVille, en Solegends están realñizando una labor titánica de recopilación de datos sobre todas las marcas de miniaturas que uno se pueda imaginar, y mucha de la información que aquí vuelco se la debo a ellos...
Gracias por poner el enlace para la gente que no lo conociera.
Espero poder publicar en breve la siguiente entrada.
Bueno, esto se pone cada vez mejor :D por fin algo que me toca muy de cerca :D
ResponderEliminarLa verdad es que Solegend tiene una enorme base, solo la de Citadel ya es a-c-o-j-o-n-a-n-t-e.
Ya sabes que estamos atentos Javi ;D
Gracias Raúl.
ResponderEliminarLo de Solegends no tiene nombre, esa gente son unos auténticos comidos y a la vez unos buscadores insaciables.
Una de sus mayores virtudes es que además saben ver más allá de las empresas como GW, a la que muchos británicos denominan el Evil Empire, entendiendo que esta compuesta por muchas personas con ilusiones, con un trabajo duro en muchos casos y con hipotecas por pagar.
Algún día llegaré a todo lo que los pueblos mineros del entorno de Nottingham le deben a GW.