Al iniciarse 1979 Games Workshop entra en un periodo intermedio.
También comienza una costumbre de Games Workshop en Londres que durante mucho tiempo llegaría a ser casi una institución y con el tiempo una tradición de la empresa, y es que todos los domingos durante los meses de verano y siempre que hiciera buen tiempo, el personal de la oficina, de la tienda, del almacén, etc. se reunían en Regent’s Park para jugar un partido de béisbol. También se solían sumar algunos curiosos que pasaban simplemente por allí y de esta manera siempre había gente suficiente como para organizar dos equipos. Ian y Steve eran bastante buenos y con el paso de los meses y los años, muchos miembros de GW llegaron a adquirir una gran destreza en este deporte y el Partido de Béisbol de Games Workshop se convirtió en un acontecimiento del calendario del parque. Incluso, en su momento de mayor popularidad, los dos amigos organizaron algunos partidos contra equipos semiprofesionales. Esta costumbre siguió varios años, hasta que las múltiples responsabilidades de la empresa empezaron a robarles el poco tiempo libre disponible, o muy posiblemente porque las autoridades del parque prohibieron las actividades deportivas en éste, ya que se estaba destruyendo absolutamente el césped.
Sea como sea, muchos de los antiguos empleados aún recuerdan esta parte de su implicación en GW con un cariño muy especial y verdadera nostalgia.
La revista White Dwarf marcha viento en popa, se publican los números 13 de Junio/Julio con portada de Eddie Jones y 14 de Agosto/Septiembre con portada de Emmanuel. Y Russ Nicholson, cuyo nombre se relacionaría particularmente con Ian y Steve en un futuro próximo, se convierte en artista colaborador asiduo de la publicación.
La tienda de Dalling Road es visitada regularmente por cientos de aficionados, e incluso se amplía ligeramente para dar más cabida a un creciente stock. Se incrementa el personal, sobre todo en el almacén donde es necesario trasladar a Trevor Graver para que ayude a dos nuevos compañeros, John Chillingworth, que había sido Jefe de Ventas de Avalon Hill y que comienza su carrera en Games Workshop como manager del almacén, y a Brad Grimshaw. El local empieza a ser conocido como el “Werehouse” haciendo un juego de palabras con la denominación en inglés warehouse. Los clientes acuden a buscar los productos que no encuentran en la tienda y de un almacén pasa a ser, casi, una especie de supermercado de juegos donde a la gente sólo les faltaba un carrito para completar la similitud.
Citadel se está convirtiendo en un éxito de ventas, muy especialmente su línea de Aventureros de Fantasía, posiblemente gracias a los ligeramente exagerados relieves, que hacían el pintado algo más fácil y las miniaturas, una vez terminadas, más vívidas.
Los eventos GW se han consagrado en el calendario de los jugadores, siendo superados sólo por los más importantes encuentros estadounidenses. Ya se ha puesto fecha para el Dragonmeet II el 25 de Agosto de nuevo en el Chelsea Old Town Hall, y para el Games Day V el 20 de Octubre, esta vez en el Royal Horticultural Hall, buscando un emplazamiento más amplio debido al éxito de las pasadas ediciones. Y tanto Ian como Steve visitan con regularidad el resto de eventos nacionales de cierta envergadura, ya fuera a título propio, para tomar el pulso de la afición, como en forma de representación oficial de GW llevando su propio stand y dándose a conocer fuera de Londres.
Pero Ian y Steve no sólo querían ser los que vendieran hobby en una tienda de Londres, querían estar en el centro de la industria y crear ellos mismos esos juegos con los que tanto disfrutaban.
Aún faltaba algo para convertir a la empresa, de una tienda con varias importantes ramificaciones en una marca que fuese reconocible por sí misma. Se habían dado los primeros pasos en este sentido al comisionar a Don Turnbull para que editara un Manual de Monstruos original para su uso con D&D, y las negociaciones seguían su curso con la fecha para la publicación prevista alrededor de finales de ese año. Se seguían editando versiones británicas de juegos americanos, como fue el caso de “Traveller”, otro gran éxito de Games Designer’s Workshop cuya legión de seguidores empezaba a alcanzar a los juegos de TSR, al tiempo que no paraban de aparecer nuevas opciones en el mercado del ocio aportando variedad al catálogo, como por ejemplo “Runequest” de Chaosium o “Gangster!” de Fantasy Games Unlimited. También se había puesto a la venta el primer producto 100% GW el “Dungeon Floor Plans”, inaugurando así la gama de productos originales de la marca (aunque ya habían aparecido algunas ayudas de juego, como las hojas de personaje para D&D). Pero el principal movimiento se había realizado con la búsqueda de diseñadores para juegos nuevos que habrían de llevar el sello de la empresa, y los frutos de este llamamiento se empezaron a ver a mediados del 79 cuando varios creadores llamaron a la puerta de la tienda con sus proyectos bajo el brazo. Aún se tardaría algunos meses en seleccionar a los mejores, después en probar exhaustivamente los juegos (lo cuál se llevaba a cabo en la oficina de la planta superior) y finalmente en preparar el juego para su venta al público.
La tienda de Dalling Road es visitada regularmente por cientos de aficionados, e incluso se amplía ligeramente para dar más cabida a un creciente stock. Se incrementa el personal, sobre todo en el almacén donde es necesario trasladar a Trevor Graver para que ayude a dos nuevos compañeros, John Chillingworth, que había sido Jefe de Ventas de Avalon Hill y que comienza su carrera en Games Workshop como manager del almacén, y a Brad Grimshaw. El local empieza a ser conocido como el “Werehouse” haciendo un juego de palabras con la denominación en inglés warehouse. Los clientes acuden a buscar los productos que no encuentran en la tienda y de un almacén pasa a ser, casi, una especie de supermercado de juegos donde a la gente sólo les faltaba un carrito para completar la similitud.
Citadel se está convirtiendo en un éxito de ventas, muy especialmente su línea de Aventureros de Fantasía, posiblemente gracias a los ligeramente exagerados relieves, que hacían el pintado algo más fácil y las miniaturas, una vez terminadas, más vívidas.
Los eventos GW se han consagrado en el calendario de los jugadores, siendo superados sólo por los más importantes encuentros estadounidenses. Ya se ha puesto fecha para el Dragonmeet II el 25 de Agosto de nuevo en el Chelsea Old Town Hall, y para el Games Day V el 20 de Octubre, esta vez en el Royal Horticultural Hall, buscando un emplazamiento más amplio debido al éxito de las pasadas ediciones. Y tanto Ian como Steve visitan con regularidad el resto de eventos nacionales de cierta envergadura, ya fuera a título propio, para tomar el pulso de la afición, como en forma de representación oficial de GW llevando su propio stand y dándose a conocer fuera de Londres.
Pero Ian y Steve no sólo querían ser los que vendieran hobby en una tienda de Londres, querían estar en el centro de la industria y crear ellos mismos esos juegos con los que tanto disfrutaban.
Aún faltaba algo para convertir a la empresa, de una tienda con varias importantes ramificaciones en una marca que fuese reconocible por sí misma. Se habían dado los primeros pasos en este sentido al comisionar a Don Turnbull para que editara un Manual de Monstruos original para su uso con D&D, y las negociaciones seguían su curso con la fecha para la publicación prevista alrededor de finales de ese año. Se seguían editando versiones británicas de juegos americanos, como fue el caso de “Traveller”, otro gran éxito de Games Designer’s Workshop cuya legión de seguidores empezaba a alcanzar a los juegos de TSR, al tiempo que no paraban de aparecer nuevas opciones en el mercado del ocio aportando variedad al catálogo, como por ejemplo “Runequest” de Chaosium o “Gangster!” de Fantasy Games Unlimited. También se había puesto a la venta el primer producto 100% GW el “Dungeon Floor Plans”, inaugurando así la gama de productos originales de la marca (aunque ya habían aparecido algunas ayudas de juego, como las hojas de personaje para D&D). Pero el principal movimiento se había realizado con la búsqueda de diseñadores para juegos nuevos que habrían de llevar el sello de la empresa, y los frutos de este llamamiento se empezaron a ver a mediados del 79 cuando varios creadores llamaron a la puerta de la tienda con sus proyectos bajo el brazo. Aún se tardaría algunos meses en seleccionar a los mejores, después en probar exhaustivamente los juegos (lo cuál se llevaba a cabo en la oficina de la planta superior) y finalmente en preparar el juego para su venta al público.
También comienza una costumbre de Games Workshop en Londres que durante mucho tiempo llegaría a ser casi una institución y con el tiempo una tradición de la empresa, y es que todos los domingos durante los meses de verano y siempre que hiciera buen tiempo, el personal de la oficina, de la tienda, del almacén, etc. se reunían en Regent’s Park para jugar un partido de béisbol. También se solían sumar algunos curiosos que pasaban simplemente por allí y de esta manera siempre había gente suficiente como para organizar dos equipos. Ian y Steve eran bastante buenos y con el paso de los meses y los años, muchos miembros de GW llegaron a adquirir una gran destreza en este deporte y el Partido de Béisbol de Games Workshop se convirtió en un acontecimiento del calendario del parque. Incluso, en su momento de mayor popularidad, los dos amigos organizaron algunos partidos contra equipos semiprofesionales. Esta costumbre siguió varios años, hasta que las múltiples responsabilidades de la empresa empezaron a robarles el poco tiempo libre disponible, o muy posiblemente porque las autoridades del parque prohibieron las actividades deportivas en éste, ya que se estaba destruyendo absolutamente el césped.
Sea como sea, muchos de los antiguos empleados aún recuerdan esta parte de su implicación en GW con un cariño muy especial y verdadera nostalgia.
Fotos superiores: White Dwarf nºs 13 y 14
Foto central derecha: Brad Grimshaw preparando pedidos en el almacén
Foto central izquierda: Steve discutiendo una orden de pedido con John Chillingworth, mientras Ian posa junto a la mascota de la tienda, el Dragón Humphrey
Foto inferior derecha: Ian en la British Toy And Hobby Fair de 1979 en Earls Court, de nuevo junto a Humphrey
Esto me ha recordado las White Dwarf más antiguas que conservo, donde Rick Prestley (creo) hablaba de esos partidos de béisbol y otras cosas que se perdieron cuando la empresa creció. ¡Qué grandes artículos!
ResponderEliminarHola Guillem, me acabas de despertar la curiosidad de una manera muy poderosa. ¿Podrías buscar esas WD que comentas y decirme en que número aparecen esos comentarios.
ResponderEliminarSi que se han perdido muchas cosas, pero para eso estamos aquí, para que su memoria no desaparezca y mantener vivo el trabajo de gente que hizo de esta empresa lo que ha llegado a ser, y que actualmente carecen de reconocimiento.
Un saludo.
He oido hablar de los partidos esos de Beisbol. Cuandp era mas joven jugavamos al Beisbol detras del campo de futbol de Torremolinos, creo que nosotros tampoco lo haciamos muy mal :D me habria gustado mucho participar en esos encuentros :D
ResponderEliminarEse Raúl viviendo su juventus a lo miembro de GW.
ResponderEliminarA mí también me habría encantado ver uno al menos de esos partidos.
Alguien me comentó hace un tiempo que narrara el blog como si yo estuviera viviendo las experiencias que ahora describo, en forma de ficción histórica. ¿Creeis que podría resultar interesante?
Hasta la próxima entrada.
Javi, personalmente me gusta tal y como esta, del modo que comentas podría dar mas verosimilitud a la narración, pero a la gente que te conoce le resultaría un poco chocante :D y precisamente quitaría fidelidad a la narración que haces habitualmente. No se si me explico.
ResponderEliminarYo creo que como esta es perfecto y como se suele decir ... si la cosa funciona bien, no la cambies.
A veces si la vida es muy poco estética, la fantasía cubre ese espacio que le
ResponderEliminarfalta de épica y lírica, pero lo cierto es
que hasta el momento la vida de estos pioneros
no está exenta de una cosa ni de otra.
Al menos en sus comienzos más románticos,a lo
mejor luego,cuando sean ricos la cosa cambia.
En todo caso la línea del blog parece rigurosa
y de momento parece la mejor.
Saludos.
-Son palabras de Chacal-
Gracias a ambos, tendré muy en cuenta vuestra opinión.
ResponderEliminarY gracias una vez más moerthanturner por servir de puente entre las opiniones de Chacal y el blog.